que me monte en nuevos trenes,
si siempre voy a pararme en la estación
en la que tú me esperes.
Me pierdo buscándote por la ventanilla
y cuando quiero darme cuenta
no he disfrutado del viaje.
Y en el momento en el que se separan los carriles
me bajaba en nuestra parada;
para volver a esperarte.
Me daba igual el tiempo que pasara,
siempre acababas volviendo.
Igual es porque sabíamos que lo bueno siempre vuelve.
Apostaba los peniques
que me quedaban y me decía
"esta en la nuestra"
Y lo que pasaba es que siempre
acababas subiéndote a uno
que fuera más ligero,más fácil,
te ibas con prisa y arrojabas mi maleta
a un vagón que no llevaba a ninguna parte.
Y tiraste tanto que te llevaste también el corazón.
Yo que estaba dispuesta
a arrojarme por ti hasta a las vías.
Pero esta vez no.
Creo que me voy.
Tómalo como que huyo.
Pero a veces si quieres algo tienes que dejarlo ir.
Corro,vuelo,huyo.
Porque con el tiempo entendí
que los trenes se descarrilan
porque si no acabarían chocando.
Nosotros estuvimos tan empeñados
en cruzarnos que nos tragamos de lleno.
Tanto que podría llamarte accidente,
para justificar así por qué me hiciste tanto daño.
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