domingo, 17 de septiembre de 2017

Retorno al pliego





Y no sé cómo pero acabo
volviendo al papel siempre
después de una derrota.
Escribo rota,
desde la herida,
seré bala perdida
que quiso ser cañón,
y se disparó tan fuerte,
que no le llegó el corazón.
                       [ah pero qué acaso con el  contabas...
No intento hacerte reír,
no a ti.

Llámame egoísta.
Pero no soy capaz de escribirte
desde la cicatriz de mis perlas.
Si me saliese desde ahí,
igual escucharía tu grito de guerra,
pero no estamos para fiestas.
Estoy vencida,
y partida,
y vuelvo a ti,
ser inerte.
Me ofrendo a ti.

Tomas el poder de mis palmas ave sabia,
y vomitas tu sangre a mi costa;
dependiendo de lo que apriete,
a veces Nilos de matanza,
a veces no soy capaz de mojar.
Quién le rogó a mi alma salvaje
que se juntase con ella,
y se parase a ser feliz;
a mí;
que sólo escribo desde el daño
quizás así justifique de algún modo
que pasen los años,
y acabe volviendo,
a ti.

Adúltero fuego fatuo
(qu)hiéreme un poco más,
aunque esta gata
necesite la luz de tu luna,
sólo huye de los tejados
más sombríos
cuando encuentra,
la
oscuridad.

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