Me asusta la gente sin alas.
Por eso huyo de quedarme.
Cuando estoy por el cielo,
la gente a la que he besado
haciéndoles firmar de antemano
que eran conscientes de que yo solo estaba de paso,
me saben a pena.
Considero un peligro a la gente sin alas porque me dan pena.
Y tú me llamas flaca.
Él también me llamaba flaca
incluso nosotras, mi niña,
algún día nos hemos sentido flacas.
Pero solo nos limitábamos a dejar un poco de carne
en cada pedacito de ser que conocíamos
a ver si un día quería hacerse unas alas.
Cuando les doy la receta,
me dicen que les duele el amor,
que tienen el dinero enfermo,
que quiénes son los niños sin zapatos por los que lloro,
que mañana ¡ay, su mañana!
Y menos mal que yo no soy de aquí.
En realidad nunca soy de ningún lado
porque siempre estoy de vuelo.
Y por eso no quiero conocer piecitos
y cuando éstos descubren el tamaño de mis alas,
salen corriendo.
Y a mí se me caen las plumas
cuando vuelvo a cenar abandono.
Entonces recojo una del suelo
y a ti que te has ido te hago un poema.
Así me han enseñado a mí las nubes que se cosecha.
Nunca me han cabido en vuestros panes,
pero yo me quedo a amasaros,
a lameros los ojitos;
a mí me gusta cuando sois chicharra
y cantáis porque sois un buen día.
Me hace burbujitas en las sienes
y en esos momentos,
hasta me siento parte de algo y se me olvidan mis alas.
Siempre os recibo con la garganta contenta
y os reís de mi faringe alegre
y a mí me hace bailar porque
hasta me siento parte de algo y se me olvidan mis alas.
Pero pronto empiezan a dolerme
y busco un banco en el que pueda agitarlas sin la abrumada incomprensión.
Y me decís que miento, que por qué nunca me dejo estar, que ahora sí era pero yo nunca ahora
yo sola
y me achucháis las alas y se me escapan y me decíais que erais distintos pero a mí se me achuchan y no encajan.
Dejad de gritarme cobarde.
Podría prometeros que siempre lo intento
pero no me comprenderíais.
Para mí lo más bonito que seré capaz de hacer por alguien es dejar que vuele.
Por eso a mí nunca va a dolerme estar sola.
“Cuando te veas que ya no puedes más, no te pongas más.Nos queda mucha vida, Laura . ”
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