domingo, 4 de abril de 2021

Sabor a nada

 


Revuelvo el pasado a menudo para provocar el llanto, y por si acaso era.

Exprimo casi sin éxito esas vísceras que decís que existen porque tanto quisisteis, tantos quieren. Y amanezco con las palmas secas porque trato de curar con la poca tinta que me queda esas mentes vuestras roídas por la rutina, la culpa, el desamor porque tanto quiero, tanto me quieren.


Y me creo refugio de vuestros días grises, escucho vuestras tormentas pero nunca me quedo. Aunque lo intente por si acaso era. 

Siempre he sentido que me llamaban desde un sitio que entonces no existía. Me adaptaba entre vuestros agujeros y os he perdonado siempre por querer amoldarme pero nunca a mí por no saber encajar. Y me queríais por eso,  me queréis por eso. Pero no era.


Veis preciosos mis pétalos y me estáis esperando todavía. Queréis desarmarme, que qué hay debajo de estos huesos. 

Os avisé que ni por casualidad yo era. Y ahora que he pagado todas mis deudas, que eran mis dudas, y solo he sentido el apoyo del tiempo, me gritáis que por qué lo hice, que por qué lo hago. Que ayer estaba hecha de otra cosa. Que si yo no era. 


Pero nunca he sido. Y me abrazáis cuando silencio y yo siempre silencio, yo nunca sentido, yo nunca lo escribo, lo vivo, lo siento. 

Por eso necesitaba paz aunque sólo yo lo entiendo. 

Y cuando todos señalan mis ruinas apareces y me dices que ya era reina antes de probar las manzanas.


Y entonces lloro sin revolver el pasado y ha llegado el sitio y no necesito molde.

E igual me quedo por eso te lo escribo. 



https://youtu.be/obO8eNpotuA




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