Luchas de titanes,
por dentro,
que te llegan
en un momento,
en el que ya no puedes optar por llorar.
¿Qué se hace con lo que no cura el tiempo?
Dime quién le garantizó a mi alma
que me curaría un factor
los agujeros negros,
que me debe unas cuentas,
que daño por confiar me ha causado,
quizás me ha dolido más fiarme
que soportar el peso de lo que me ha pasado.
¿Qué se hace con lo que no se lleva el viento?
Cómo le digo a mi cabeza que si no veo,
no está por mucho que le sienta a mi lado,
y cuando le recuerde me eche a llorar.
Que resistir me vale aunque todavía duela.
Que hay heridas que se abren,
y no existen quirófanos licenciados en pérdidas.
Si él se ha ido, quién me salva a mí de mí.
Cómo van a convencerme de quedarme,
si tengo en una noche
lo que estimo,
y sé que si me planto la hoz,
me puedo colocar contigo.
Decidme como le rezo a una sola estrella,
lo que corazón abarca una galaxia.
Quién me enseñó a ser fuerte,
que me lo han enseñado mal.
A mí me escuece tragar saliva
cuando las cosas se ponen mal,
me hundo en mis gotas,
símbolos de que estoy rota,
y tú no me puedes venir a abrazar.
Lo único que necesito es achuchar
tus barbas,
tirar para que salgas,
tenerte a mi lado,
y que me cuentes;
como se gana a tu propio titán.
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