domingo, 16 de septiembre de 2018

A quien fui

Desde que se emborronó mi vida 
por andar ahogada en la tinta 
con la que escribía he dejado de creer en la suerte. 
No paran de visitarme esas canoras aves del pasado 
que me dibujan sueños con alusiones a lo que fui,
intentando convencerme de que el momento que me cantan
a pesar de estar atrás, siempre fue el mejor. 
Y me incitan a volver a mi punto de origen. 
Y quizás ande perdida porque estoy buscando 
el camino de vuelta a un punto que ha desaparecido en el mapa. 
Que se limita a un puñado de arena que quedó de la erosión del amor. 
A veces sigo oyendo cuando me gritan que me echan de menos. 
Y es curioso porque yo también lo hago. 

Intento buscarme siguiendo las pistas de lo que solía querer.
Pero es que solo me responden que nunca lo hice.
Vuelvo a mis versos para ver a quién escribía.
Pero es que ahora solo encuentro por quién lo hago.
Es sorprendente la capacidad que tienen mis hombros 
para sostener todo lo que callo,
la paciencia que guardan mis palmas 
cada vez que destruyo lo que han diseñado.
Y vanaglorio mis plantas que persiguen sin cansancio 
la mínima esencia que me haga recordarme.
Y es por esto por lo que rompo en mares.
La tempestad viene después de asumir 
que no siempre he traído conmigo el paraíso 
y que he llevado mi infierno a quien solo quería arder conmigo.
He de decir que lo siento.
Siempre huyo cuando siento las llamas.
Una vez que te quemas no permites 
que cualquiera te haga sentir las chispas.

A pesar de todo, tengo la frívola mirada de 
quien no le aflige el saber que ha hecho las cosas mal,
y que probablemente se sigue equivocando 
al no intentar buscar la manera de apaciguar su alma,
esa que recorre errante mis fantasmas, 
esa que me echa de menos para que consigo le traiga la bandera blanca. 
Pero siempre he sido de poner mi vida patas arriba 
cuando empieza a llegarme la paz 
y de recibir balas antes que dispararlas.
Y es justo por eso que no puedo pretender 
que mi camino vuelva a ser el de antes. 
No porque se dañe mi orgullo si volviese.
estos ojos han llorado demasiado 
como para creer que existe el miedo;
sino porque no puedo retroceder ahora.
No ahora que ya no soy la misma.


  


No hay comentarios:

Publicar un comentario