domingo, 30 de julio de 2017

Pétalos





Podría pedirte muchas cosas.
Que te quedes;por ejemplo,
conmigo hasta que salgan las amapolas.
Sabiendo que eso exige
que te fundas en la cacerola estival.
Que me haga la loca,
y acabe dándome un chapuzón
en el pasado,
para recuperar la razón,
del quebradero de cabeza
que me levantas cada noche.
Te dedicaría los insomnios
y contar luces;
contando con cada una
las veces que me han roto,
para recordarme que no estoy tan entera,
como para enfrentarme a otro vals.

Tendrías que cambiar mis hojas,
tostadas,quemadas e idílicas
y saberme  desnuda,
aunque me avergüence contarte la buena,
y tropiece con lluvias y rayos
que puedan partirnos.
Llegaría el frío,
te presentaría el nido,
y tendrías que arroparme;
porque un corazón de hielo
solo se funde con algo de amor.

Amanecería primavera.
Te diría que no sé cómo,
pero ha llegado el momento
de ver las amapolas.
Y ojalá no estés expectante
de verlas conmigo.
De ser así,yo me iría.
Porque si no fuiste capaz de ver
como una rosa fue creciendo contigo;
no quiero saber de quién
vas a enamorarte en primavera.

domingo, 16 de julio de 2017

Tiempo

Necesito suspirar para relajar
un pecho dañado por flechas.
Me es imposible hallar la calma
en medio de la tempestad que
sumerge a mis pestañas esta noche.
Me busco entre lo que escribí
un día mientras esperaba
a que alguien me arreglara.
Pensaba entonces
que estaba rota;
y por inercia mentía.
Ahora me miro
y es cuando asumo
que estoy a trozos,
partida.

No tengo fuerzas para apostar más alto.
Ni fuerzas;
ni ganas.
Contradictoriamente,me perdura
el tener valor de no rendirme.
Me queda el orgullo y ese hilo de esperanza,
que me echa el aliento en la nuca,
a punto de tira,a punto de huída,
                             [caliente; pecante; incitante.
Me dice que lo siga intentando.
Y no sé cómo salir a flote,
si cada paso que doy me traga más la tierra.
Igual el mundo me está indicando
que tengo que desaparecer
y yo sigo haciéndome
la tonta aquí abajo.

De nuevo, en bucle, se repite.
Me ha clavado la flecha en el blanco,
de lo que reservaba por debilidad.
Ahora que cupido ha acertado
ya puedo ponerme a llorar.
La cabeza mira el suelo,
y al corazón también
lo va absorbiendo.
Antes de dañarme
le supliqué por ti.
Y en ellas me hallo
aunque ni yo me crea,
aunque ni tú me quieras,
aunque ni yo deba,
aunque ni tú merezcas.
Le supliqué por ti.
Dile que vuelva;
no soy tan fuerte: te echo de menos.



domingo, 9 de julio de 2017

Contra mí





Luchas de titanes,
por dentro,
que te llegan
en un momento,
en el que ya no puedes optar por llorar.
¿Qué se hace con lo que no cura el tiempo?
Dime quién le garantizó a mi alma
que me curaría un factor
los agujeros negros,
que me debe unas cuentas,
que daño por confiar me ha causado,
quizás me ha dolido más fiarme
que soportar el peso de lo que me ha pasado.

¿Qué se hace con lo que no se lleva el viento?
Cómo le digo a mi cabeza que si no veo,
no está por mucho que le sienta a mi lado,
y cuando le recuerde me eche a llorar.
Que resistir me vale aunque todavía duela.
Que hay heridas que se abren,
y no existen quirófanos licenciados en pérdidas.
Si él se ha ido, quién me salva a mí de mí.
Cómo van a convencerme de quedarme,
si tengo en una noche
lo que estimo,
y sé que si me planto la hoz,
me puedo colocar contigo.
Decidme como le rezo a una sola estrella,
lo que corazón abarca una galaxia.

Quién me enseñó a ser fuerte,
que me lo han enseñado mal.
A mí me escuece tragar saliva
cuando las cosas se ponen mal,
me hundo en mis gotas,
símbolos de que estoy rota,
y tú no me puedes venir a abrazar.
Lo único que necesito es achuchar
tus barbas,
tirar para que salgas,
tenerte a mi lado,
y que me cuentes;
como se gana a tu propio titán.