viernes, 19 de octubre de 2018

Mazos

A todas las que luchan, lucharon y lucharán, y especial a la que para mí es más fuerte.

Sé que es difícil mirar el mundo de color rosa cuando te arrancan un ojo
 y es por eso que me parece irónico que sea de la cera de la que pintan tu día.
Como si hubiese símbolos suficientes para estar a tu altura.
Y es que es justamente eso lo que me chivan tus luceros
cada vez que recuerdan el día que te podaron tu flor.
No por podarla a ella, sino por quitarte a ti sus pétalos.
Porque ahora crees que has dejado de ser jardín
pensando que te arrancaron una de tus rosas.
Y no eres consciente, de que simplemente, a ti;
que eres rosal, te han podado las espinas.

Recuerdo tu miedo a un que muriese
el suelo que te llena, a ti mi vida, de frutos.
Sé que no has parado de sentirte débil por la ausencia de tu sello.
Y he de decirte, que simplemente vivificaron en ti las amazonas
y te arrancaron un seno para pudieses sostener mejor tu arco, luchadora.
Ese arco que no has parado de usar desde que te dijeron que podías marcharte.
Y lo que te hace más valiente, es que aún sabiendo que podías irte
guerreabas para no dejar ver a los demás que quizás partirías.
Por eso que no puedo comprender que esos ojos hijos de Marte
me lleven el diluvio por dentro cada vez
que ven esa grieta oblicua que hay en sus costillas.
Cada vez que se quieren menos porque piensas que perdieron más.
Y es que no os dais cuenta que ninguna habéis perdido.
Os hayáis quedado o nos hayáis enseñado,
todas habéis cruzado la puerta grande.

Quiero que hoy sonrías tanto como curvada esté tu cicatriz,
quiero que hoy te quieras tanto como has luchado,
quiero que hoy seas feliz por ti, quiero que pienses que aunque no hayas llegado,
aunque te sientas frustrada,hastiada,al punto de la expiración,
que aunque sientas que estás derrotada,
que aunque sientas que no serás más mujer si no tienes tus perlas;
quiero que te quites esa venda rosa de los ojos
y la ates en los puños y aporrees fuerte el hormigón
que te propuso la vida, quiero que sepas que eres más mujer
por no haberte abandonado y no parar de batallar aunque quieras irte
porque quedarte sabes que es lo que hará feliz al resto,
porque esa es nuestra esencia;
y quiero que sepas que en realidad,
pase lo que pase,
ya has ganado.
Has ganado porque quien sigue luchando,
nunca puede ser vencida.





domingo, 14 de octubre de 2018

Ego-suspicio

Si echas una botella al mar gritando que le quieres,
el mensaje algún día acabará llegando a otra orilla.
Y no harán otra cosa que no sea glorificar esa declaración de amor,
en vez de pensar que lo que realmente pide es que le auxilien del naufragio.
Vivo rodeada de esos inánimes que buscan alguien que les quiera,
en vez de encontrar a quienes puedan querer.
Envuelta en ese ambiente de frívolos amasijos de huesos,
que están tan huecos que buscan desesperadamente a quien les sirva de relleno.
No les importa si encaja. Simplemente necesitan saciar su soledad.

Esas calaveras, de aquellos que huyen de los fantasmas del espejo,
aquellos que necesitan que les quieran por lo que aparentan,
esos mismos que se lamentan cada vez que cambian a una muda que no son;
aunque les esconda,
esos que no saben aún que las cosas pasan por lo que aparentan y no por lo que son.
Esas pobres convertidas en serpientes,
arrastrándose hostilmente hacia el veneno de la aprobación, hacia el sí de la mayoría,
hacia la oscuridad que supone hacer de ti un maniquí,
sumarte al inmenso escaparate que forman las masas.
Y podrían ser despreciados,
pero no me causan más que aflicción los que teniendo a quien querer
no son capaces de erizarles la piel a versos,
que no son capaces de gritarle al mar amor de noche porque no va a devolverles el reflejo.

Y es que, quién te ha querido tan mal como para que ya no te quieras.
Quién te ha querido tan mal como para que te hayas convertido en calavera.
A quién has elegido tan mal como para que no pares de pensar que no eras tú la correcta.
Como para pensar que la otra orilla ha recogido la botella porque sabe amar mejor que tú,
sin caer en la cuenta que cuando envías un mensaje de emergencias,
cualquiera que se acerque es considerado salvavidas.
Cuántas veces te han hecho creer que vale más tu cara que tu alma
como para no buscar otra cosa que no sea alguien que te la bese en lugar de encenderte.
Lo difícil es cuando piensas que solo mandas todo lo que quieres a la deriva
porque no arreglas lo que te hicieron creer que rompías.

La sensación de saber que siempre te quedarán palabras
por mucho que pasen los años no hace más que
derruirte cada vez que miras el correteo de las agujas.
Nunca se puede reconstruir lo que se encuentra en ruinas.
Por eso sabes que es con quien se queda a vivir contigo,
aún sabiendo que no eres apta para reformas,
y con quien te hace quererte,
aún sabiendo que amas las cosas por lo que son, y no por lo que aparentan.



domingo, 7 de octubre de 2018

Cobijo

He aprendido que sabes dónde está tu hogar
cuando no paras de desear salir a conocer mundo,
y cuando te lo has comido entero
no pides otra cosa que no sea que te arropen esas sábanas.
E igual resulta irónico que lo verseé yo;
que siempre he sido nómada
y he hablado de besos fugaces
y de ser la estrella de las despedidas,
pero y si ahora, optase por quedarme.

Quizá jamás he asentado mi territorio
porque sabía que tenía tan poco amor para dar,
que no iba a querer nunca bien;
quizá por eso nadie me entiende cuando abrazo,
quizá por eso tienden a decir que doy demasiado poco,
sin pararse a pensar que es lo único que tengo para ofertar.
Lo siento si alguna vez se fueron porque creían que no vomitaba amor por ellos,
lo siento por mí,digo; por haber elegido tan mal
como para que no se hayan enterado de lo que chivan mis ojos.
Solo son espejos, no pienses que chispean si lo que tengo delante no brilla.

Siempre he mudado mi piel para borrar el pasado
y por eso que soy una nueva cada vez
que llega alguien dispuesto a aprenderse mis lunares.
Por eso nadie entiende mis gusanos y mis mareas constantes,
por eso soy cebolla que acaba huyendo
de quién sabe que puede descubrir dónde están mis cicatrices,
no vaya a ser que las arregle
y cuando se vaya decidan ponerse todas a sangrar de nuevo de golpe.
A ver si la hemorragia va a dejarme las vísceras vacías
y voy a tener que gritarte el poco corazón que tengo para que las tapes,
sin caer en la cuenta que con eso solo consigo dejar de quererme.
Pero si ahora opto por primera vez por quedarme
es porque sé que puedo caminar sola,
es porque sé que necesito encontrarme
entre los trozos que alejé de mí,
es porque sé que corro deprisa
porque busco una estación que me lleve a nuevos trenes.

Pero precisamente por esto quiero quedarme.
Porque de repente llega quien te mira
y te hace sentir que el tren eres tú,
y que lo que estás corriendo demasiado rápido es la vida
que te cierras a montar a nuevos pasajeros porque crees que no conduces bien,
tú,
que llevas todo el trayecto superando obstáculos,
tú,
que solo pasas una vez por el mismo camino
porque no te permites volver,
porque siempre te has necesitado a ti más que al resto.
Y cómo no voy a quedarme contigo,
si estoy recorriendo el mundo
y no hago otra cosa que no sea mirar por la ventanilla deseando,
volver a casa.